lunes, 6 de febrero de 2017

LOS PROLEGÓMENOS DE LA CAPITULACIÓN DE MIRANDA o La Caída de la Primera República

Dr. Omar Alberto Corredor V. GRUPO CATALÁ, ONG'S DE ASESORÍA INTERNACIONAL CORPORATIVA. CATALUÑA - ESPAÑA- Ensayista e Historiador.
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Especial sección historia web forocatalunya.org
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< Quizás la más grande lección de la Historia, es que nadie aprendió las lecciones de la Historia > 
Aldous Huxley, Novelista, Ensayista y poeta inglés.-
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El 31 de julio de 1812, el Generalísimo Don FRANCISCO DE MIRANDA, fue detenido en La Guaira, en la Casa de la compañía Guipuzcoana, donde residía el ilustre americano, por un grupo de sediciosos patriotas, encabezados por tres subalternos del Generalísimo, el Coronel SIMÓN BOLÍVAR, el Coronel DE LAS CASAS, Jefe de la Guarnición de La Guaira, el Capitán MIGUEL PEÑA, en la "Triste Madrugada" de ese aciago día, para notificarlo de que lo hacían preso, por el delito de <TRAICIÓN>, en razón a la Capitulación que había suscrito, frente al jefe realista, DOMINGO MONTEVERDE, en San Mateo.

Allí, el Imaginario Colectivo de Venezuela, da cuenta del dialogo que se produce, entre el Coronel SIMÓN BOLÍVAR y el ilustre Generalísimo Don FRANCISCO DE MIRANDA:

<GENERAL, le dice el joven e impetuoso Coronel BOLÍVAR a MIRANDA: Lo hago a Usted responsable de la pérdida de la República"; a lo que el Generalísimo le responde, visiblemente indignado, "¿De que República me está Usted, hablando BOLÍVAR, si aquí no existe ninguna República, porque esto es simplemente un BOCHINCHE, y ustedes no saben hacer otra cosa que no sea BOCHINCHE >¡¡¡

LOS 20 DÍAS QUE CAMBIARON EL DESTINO DE MIRANDA.-   

El cinco (5) de julio de 1812, exactamente a un año de la firma del Acta de Independencia de Venezuela, el coronel SIMÓN BOLÍVAR, muy abatido por haber perdido la Plaza de Puerto Cabello, después de tres días de combate; y huyendo, deja sola la Plaza, en poder de los soldados patriotas, que siguieron combatiendo hasta el final, apoderándose luego los realistas, del mayor baluarte de armas y municiones, de la República. BOLÍVAR le escribe a MIRANDA:

"Mi General, después de haber agotado todos mis esfuerzos físicos y morales, ¿Con que valor me atreveré a tomar la pluma para  escribirle a Usted; habiéndose perdido en mis manos, la Plaza de Puerto Cabello?. Mi corazón se halla destrozado con un golpe más de la Providencia".

"Mi General, mi espíritu se halla de tal modo abatido, que no me siento con animo de mandar a un soldado, mi presunción me hacía creer, que mi deseo de aceptar a mi ardiente celo por la patria, supliría en mi los talentos de que carezco para mandar. Así ruego a Usted, que me destine a obedecer al más ínfimo de los soldados, o bien que me de algunos días, para tranquilizarme, y recobrar la serenidad que he perdido al perder Puerto Cabello; y a esto se añade evidencias gravísimas de que me hallo en una especie de enajenación mortal".

Días después, vuelve a escribir a MIRANDA, y lamentándose le dice:

"Mi General, ni mi cabeza ni mi corazón están por nada. Así suplico a Usted, me permita un intervalo de poquísimos días, para ver si logro reponer mi espíritu de su temple ordinario. ¿Después de haber perdido la última y mejor Plaza de Estado, como no he de estar alocado, Mi General?. De gracia, no me obligue Usted, a verle la cara. Yo no soy culpable, pero soy desgraciado, y basta"¡¡¡

Un BOLÍVAR, profundamente abatido y avergonzado, por cuanto paladinamente RECONOCE y ADMITE, que perdió la Plaza de Puerto Cabello; y con ella, la Primera República, no le queda más recurso, que presentarse como un humilde combatiente en la derrota; aún cuando días más tarde, iría a asumir el rol de soberbio en la traición.

La Plaza de Puerto Cabello, después de tres días de combate, se pierde definitivamente, con la huida de BOLÍVAR hacia La Guaira, y la ya débil resistencia de los soldados patriotas que seguían combatiendo; mientras DOMINGO MONTEVERDE, avanza victorioso e indetenible, desde Carora a Barquisimeto; y de allí a Valencia; y se afianza ya en Puerto Cabello, obligando a MIRANDA, a firmar la Capitulación de San Mateo.

La secuencia historiográfica de aquellos hechos, que ha llegado hasta nosotros, da cuenta, que una vez consumada la traición del Segundo Comandante patriota de la Plaza, FRANCISCO FERNANDEZ VINONI, de sublevar a los presos realistas, para que estos se apoderen del Castillo de San Felipe, el Coronel BOLÍVAR decide asediar la ciudad; y solicita refuerzos a MIRANDA, pero no puede éste enviarle refuerzos, debido a las innumerables deserciones del ejercito patriota, conocedoras del avance indetenible de MONTEVERDE. El 4 de julio de aquel año de 1812, una columna de realistas, es enviada desde Valencia, a las ordenes del Capitán Tomas Montilla. BOLÍVAR decide enviar a los coroneles DIEGO JALÓN y JOSE MIERES, con 200 hombres, para detener la columna realista, pero ambos sufren una derrota; JALÓN es hecho prisionero, mientras MIERES logra huir, junto a 6 soldados, aquel mismo día 5 de julio, cuando BOLÍVAR ya conocedor de esa derrota, le escribe a MIRANDA, y sale huyendo a esconderse en BORBURATA, desde donde sale al día siguiente 6 de julio de 1812, acompañado de 8 soldados, para continuar su fuga, y se embarca, desde este lugar, a bordo del BERGANTIN "El Celoso", rumbo a La Guaira, mientras una Goleta realista trata de darle alcance al Bergantin, para atrapar a BOLÍVAR, quien logra escapar finalmente. La tropa patriota, ya abandonada por BOLÍVAR, sigue combatiendo, hasta encontrarse superada por las fuerzas enemigas, y deciden rendirse ese mismo día; aunque algunos soldados consiguen escapar en lanchas y en improvisadas plataformas marítimas.

Por una de esas ironías del destino, el pomposo nombre del Bergantin, donde BOLÍVAR huye hacia La Guaira, no le permitirá más tarde, hacer creer, "Que el deseo de aceptar su ardiente CELO por la patria, supliría los talentos de los cuales carezco para mandar, hasta el más ínfimo de los soldados..."

Llegado aquel aciago día, 31 de julio, habrán de transcurrir los dramáticos 20 días que cambiarían el destino de MIRANDA, y con este el destino de la República.  

LOS ANTECEDENTES Y LAS JUSTIFICACIONES.-

MIRANDA, en su condición de Jefe Supremo de las Fuerzas Patriotas; y declarado DICTADOR por el Congreso el 23 de abril de aquel año de 1812, para hacerle frente al arrollador avance de MONTEVERDE desde Coro; y próximo a disolverse como órgano legislativo de la República; y no obstante el deterioro de la amistad entre éste y BOLÍVAR, por cuanto el último se quejaba, de que no se le hubiese asignado un puesto de comando activo, como lo había solicitado varias veces, MIRANDA toma la histórica decisión, de designar al Coronel SIMÓN BOLÍVAR, como Comandante de la Plaza de Puerto Cabello; la última, y estratégica Plaza de Armas, y el más grande reservorio de municiones y pertrechos militares de la República. Tamaña responsabilidad, comprometía muy seriamente a BOLÍVAR, en mantener, preservar y defender ese preciado baluarte de la República, y del cual dependía la victoria o la derrota de aquella; más aún, cuando las fuerzas realistas, ejercían el dominio sobre los más importantes y estratégicos territorios de Venezuela. Era por decirlo de manera coloquial, la "Joya más preciada de la Corona; que por ironía, era la más apetecible". BOLÍVAR debía cuidarla, con el mayor celo y con la mayor responsabilidad, ahora cuando era designado para el más importante "Comando Activo", del que disponía la República. De allí, que cuando MIRANDA exclama, al saber la pérdida de la Plaza de Puerto Cabello: <Dios Mio, la República está herida en el corazón>, ya sabía que no habría otra salida, que la Capitulación. En el parte de la Caída de la Primera República, MIRANDA escribe: <Los soldados afligidos, al verse rodeados de peligros; y solos en medio de las ruinas, no pensaban más que en escaparse por donde quiera; así es que los que salían en comisión de servicios, no volvían; y los que estaban en los Destacamentos, se marchaban en partidas". Como si fuese poco, las poblaciones de Barlovento, Cúpira y zonas aledañas se declararon partidarias y se sumaron a la causa realista, ante el avance de MONTEVERDE.

Ni la escueta historiografía de los hechos, ni la historia crítica de aquella etapa caótica de la vida republicana, se ha detenido a ofrecer las causas reales por las que, la felonía del Segundo Comandante de la Plaza de Puerto Cabello, FRANCISCO FERNANDEZ VINONI, entregase el castillo a los prisioneros españoles allí recluidos, aquel 30 de junio de 1812, mientras MONTEVERDE avanzaba desde Coro, hasta el centro del país; y que la pérdida de tal baluarte, constituye sin duda, la causa eficiente e inevitable de la Capitulación de MIRANDA, el 25 de julio de 1812.  Ya el propio MIRANDA, lo había vaticinado, aquel 23 de abril, cuando el Ejecutivo de la Federación, lo designa con el título y grado de General en Jefe o Generalísimo de los Ejércitos de Venezuela, ante el arrollador avance de MONTEVERDE: <Se me encarga, presidir los funerales de Venezuela; pero no puedo negar mis servicios, en las calamitosas circunstancias, en que la han colocado los hombres y los elementos" (?). Aquello solo era el final, de <La Crónica de una muerte anunciada>, para utilizar la frase de Gabriel García Marquez.

Así las cosas, la posteridad se pregunta:

¿Tendría BOLÍVAR una clara responsabilidad, en la acción infame del Segundo Comandante de la Plaza de Puerto Cabello, en sublevar a los prisioneros realistas? ¿Aquella acción infame de FERNANDEZ VINONI, se habría producido por la negligencia, la impericia o la inobservancia de BOLÍVAR sobre la forma de preservar y defender aquella importantísima Plaza de Puerto Cabello?

Esta Traición incontrastable, no ha sido despejada ni aclarada, debidamente; y la misma constituye un enigma histórico, que la posteridad tendrá la dificil tarea de desentrañar o de definir la verdadera dimensión de ella; pero más allá de los juicios de valor; de las deducciones de la historia crítica; y de la validación de las circunstancias que se dieron en aquellos calamitosos días para la República, subyace en el Imaginario Colectivo, el mensaje subliminal de las comunicaciones de BOLÍVAR a MIRANDA, en las cuales evidencia estar <Abatido>; y en "solicitar algunos días, para recobrar la serenidad que <ha perdido, al perder> Puerto Cabello (aquí expresa una angustiosa cacofonía, la de repetir dos vocablos con igual significación semántica, en las que denota un marcado signo de auto responsabilizarse); y a ello se añade "Cuidados gravísimos, en las cuales se halla, por estar <imbuido> en una especie de enajenación mortal". ¿Después de haber perdido la mejor Plaza de Estado, como no he de estar alocado, Mi General?.

Este hombre "abatido, alocado y con graves signos de enajenación mortal", por haber perdido, <de mis manos> la Plaza de Puerto Cabello"; en la cual, al menos, de manera implícita y subliminal, admite su culpa y su responsabilidad en perder aquella estratégica Plaza, haciendo un claro alarde de supina humildad en la derrota, va a contrastar con otra, diametralmente distinta a la primera, en la cual, el mismo <Personaje>, esta vez, prevalido de una arrogante soberbia, se dirige al Congreso de la Nueva Granada, en el <MANIFIESTO DE CARTAGENA> el 27 de noviembre de 1812, cuatro meses después de hacerlo preso, para acusar a MIRANDA, de manera tacita y subliminal, vale decir, "sin nombrarlo", de <INAUDITA TRAICIÓN>, "...porque al contrario de hacerle frente al enemigo, cometió la bajeza ignominiosa de proponer y concluir una capitulación, que cubriéndonos de oprobio, nos tornó al yugo de nuestros antiguos tiranos." (sic).

Este impetuoso y desconcertante BOLÍVAR, actuará así, durante toda la etapa de la emancipación republicana, con la supina soberbia que caracterizará al enigmático personaje, hasta su lecho de muerte el 17 de diciembre de 1830, en Santa Marta; "perdonando a sus enemigos, que han hollado su gloria y su amor por la libertad", en un ficticio alarde, de supina humildad. Así actuará contra PAEZ; contra BERMUDEZ y contra MARIÑO en oriente; contra PIAR en Guayana, y contra SANTANDER en la Nueva Granada; y así impondrá a Colombia, la <Constitución de Bolivia>, suplantando la genuina <Constitución de Cúcuta de 1821>; siempre imponiendo su férrea voluntad, por encima de cualquier consideración, por más cabal, conducente y equitativa que parezca. Contrariando la vieja Máxima de Experiencia, que indica, que, <Hay que ser humilde y magnánimo en la victoria, y orgulloso en la derrota>. En lo adelante, BOLÍVAR será supremamente arrogante en la derrota, y sensiblemente soberbio en la victoria.

LA NO EXIGIBILIDAD DE OTRA CONDUCTA.- 

El 12 de julio de 1812, MIRANDA y los miembros del Poder Ejecutivo de la Confederación de la República de Venezuela, FRANCISCO ESPEJO; JUAN GERMAN ROSCIO; FRANCISCO PAUL; JOSE DE SATA Y BUSSY, y ANTONIO FERNANDEZ DE LEÓN, suscriben un acta, donde señalan de manera palmaria y clara, el "Estado crítico de la situación militar y política de la República, por la pérdida de la Plaza de Puerto Cabello, y la costa de Ocumare y Choroní; quedando solo en manos del ejercito republicano,  las zonas aledañas a Caracas y a La Guaira.  La pretensión de MIRANDA, buscaba preservar la vida de las personas y de las propiedades de todos los que aún no han caído en manos del enemigo, y para lo cual era necesario e impostergable, negociar un armisticio, que "hiciese cesar el derramamiento de sangre". En esa dirección, se hace una solicitud a las fuerzas de MONTEVERDE, cuyo planteamiento principal era el de "Respetar la inmunidad y seguridad de las personas, conforme a las reglas de Sana Justicia y a la Resolución de las Cortes Españolas, en su Decreto del 15 de octubre de 1811, que establecía para el caso de las capitulaciones, el olvido general de todo lo pasado. Esta solicitud fue negada por MONTEVERDE. Las otras tenían relación con el reconocimiento al papel moneda; la inmunidad de los desertores realistas al ejercito patriota, el respeto legal a los pardos y morenos libres, los cuales deberían gozar de toda la protección de las leyes. Con la supresión de la primera parte, ya indicada, y dejando incólume la seguridad de las personas y propiedades en general, se aprobó finalmente el proyecto de capitulación, que habría de suscribirse en San Mateo. Ello contó con la anuencia y la aprobación del Ejecutivo, de manera clara.

La caída de la Primera República, teniendo como causa directa, la pérdida de la Plaza de Puerto Cabello, había sido, a su vez, la causa eficiente, concomitante y final de la Capitulación de San Mateo. Ello era <La no exigibilidad de otra conducta>, ante el estado absolutamente crítico que ofrecía la situación militar y política de Venezuela.

Aquel 31 de julio de 1812, en la "Triste Madrugada" como lo definiría MARIANO PICÓN SALAS, tres cabecillas patriotas SIMÓN BOLÍVAR; MANUEL MARIA DE LAS CASAS y MIGUEL PEÑA, acompañados de otros oficiales patriotas, dan un <Golpe de Estado Institucional> contra la República, deteniendo al Jefe Supremo de los Ejércitos Patriotas y Jefe del Poder Ejecutivo de aquella. En este insólito e inaudito Golpe Institucional, le imputan verbalmente, el delito de traición a la República, al ilustre Girondino de la Francia Revolucionaria, por la firma de la Capitulación de San Mateo, el 25 de julio de 1812. Desde luego, MIRANDA no habrá de cometer delito alguno, ni había actuado por su cuenta ni de manera inconsulta, pues la decisión de firmar la Capitulación, había sido previamente consensuada y tomada, a través de una Resolución Ejecutiva del Gobierno de la República, entre los cuales estaban, JUAN GERMÁN ROSCIO y FRANCISCO ESPEJO, que se encontraban en La Guaira, pero que fueron ignorados totalmente por aquellos sediciosos, puesto que si hubiesen sido consultados en aquel momento, se habrían disipado las posibles dudas sobre la Capitulación; además que aquellos oficiales, carecían en lo absoluto, de alguna autoridad para tomar tan descabellada decisión, que solo obedecía, al compromiso previo entre DE LAS CASAS y MONTEVERDE, para llevar a cabo esta grotesca felonía, que obviamente contó con el contubernio y la complicidad de BOLÍVAR, quien en todo momento, se cuidó de aparecer en primera fila, con la finalidad de <Guardar las apariencias>, pero cuya participación quedó en evidencia, cuando en octubre de 1812, MONTEVERDE le otorga un Pasaporte para viajar al extranjero, en retribución  "a los valiosos servicios prestados al Reino de España". Este hecho, quedó registrado en los Archivos de la correspondencia de la antigua Regencia de España, y en el Archivo del Rey Fernando VII, y hoy en los Archivos Generales del Reino de España.

Queda palmariamente claro, que fue el <único reconocimiento>, entre el grupo de patriotas sediciosos, que se hicieron presentes aquella madrugada, para dar el "Golpe de Palacio" y detener a MIRANDA. Entre ellos, estarán, además de BOLÍVAR, MANUEL MARIA DE LAS CASAS (Jefe de la Guarnición de La Guaira); MIGUEL PEÑA; TOMAS MONTILLA; RAFAEL CHATILLÓN; JOSE PAZ DEL CASTILLO; JUAN JOSE VALDEZ; MIGUEL CARABAÑO; JOSE MIERES; MANUEL CORTES CAMPOMANES y el oficial realista JOSE LANDAETA, presunto enlace de MONTEVERDE. En medio de una gran alharaca, se dirigieron a la habitación del Generalísimo, que estaba en ropas de dormir, y el cual al despertarse, llamó a su edecán, el joven CARLOS SOUBLETTE, que años después sería Presidente de la República, y que estaba en la habitación contigua, para que fuese testigo de aquel atropello, pero MIRANDA fue inmediatamente detenido por DE LAS CASAS; y en ese momento, MIRANDA pronunció sus célebres frases: <BOCHINCHE, BOCHINCHE, esta gente solo sabe de BOCHINCHE>. Aquellos sediciosos oficiales, pensaban juzgarlo de forma sumaria, y ordenar su fusilamiento; pero al parecer, DELAS CASAS se negó a esa pretensión, y lo pasó a las ordenes de MONTEVERDE; lo retuvo para mandarlo al Presidio de Puerto Cabello, que se encontraba en poder de los realistas, y posteriormente fue enviado a Puerto Rico, y a Cadiz, en cuya Carraca, exhaló su último suspiro el ilustre Girondino de la Francia revolucionaria; y el más universal de los próceres de la Emancipación Americana.

Desde entonces, mucha tinta se ha derramado sobre los tinteros, para <justificar> la postura y la actuación de BOLÍVAR en estos deplorables episodios, pero su "deshonrosa actuación" es tan evidente, que por ningún respecto pudiese soslayarse, Pese a que muy ilustres historiadores venezolanos, se han <empeñado> en la defensa a ultranzas de BOLÍVAR, bajo la "altruista" escusa de preservar su memoria histórica, sus hechos son tan relevantes, que se encargan de desmentir las aseveraciones a su favor.

La entrevista de BOLÍVAR con MONTEVERDE, recogida por el amigo realista del propio BOLÍVAR,  DON FRANCISCO ITURBE (Escritos y Documentos de BOLÍVAR, Archivo Histórico, Tomo VII), presente aquel día en el Despacho del Jefe realista, en el cual este (Bolívar) le manifiesta a MONTEVERDE, que "Mi actuación se debió a castigar a un traidor", posteriormente, en el Manifiesto de Cartagena, habla de "Inaudita Traición" y en la Carta que envía al Secretario de Estado, en la que habla de <Las vergonzosas traiciones de MIRANDA>. Como puede observarse, ya no habrá nadie; al menos quien tenga Claridad en el espíritu; pureza de alma, y talante ético y moral, que pudiese refrendar la bochornosa conducta del Libertador en la detención de MIRANDA y su posterior entrega de la mano de MANUEL MARIA DE LAS CASAS, a MONTEVERDE.

Hay hechos que no pueden esconderse, disimularse ni soslayarse. BOLÍVAR es reconocido por la posteridad, como el gran Libertador de cinco naciones suramericanas, llamadas a constituirse en una sola República, según el ideario mirandino; pero la TRAICIÓN A MIRANDA, y a los principios y valores que este le legó, quedarán gravados en su memoria histórica, como sangrantes estigmas para su honor y reputación republicana. Fue ese gran pensador MAX WEBER, quien afirmó, que "Tanto el Político como el guerrero, deben tener amor apasionado por su causa; ética de su responsabilidad y mesura en sus actuaciones".

Un interesante trabajo de investigación, de la <CÁTEDRA CONCIENCIA ÉTICA> de la Escuela de Guerra Naval "Simón Bolívar", 2010, sobre "La Perdida de la Primera República", para el Curso de Estado Mayor de la Armada, establece unas elocuentes conclusiones sobre este hecho trascendente:

                             Conclusiones del Estudio

A) El Estudio arrojó, que el Generalísimo Don FRANCISCO DE MIRANDA, fue detenido por un grupo sedicioso de oficiales patriotas, entre ellos el Libertador Simón Bolívar (Coronel Bolívar para entonces), después de haber firmado la Capitulación de Venezuela, frente a Monteverde, siendo entregado a las autoridades españolas por el Coronel DE LAS CASAS, en actos propiamente autoritarios y anarquicos, donde MIRANDA no tiene la oportunidad de explicar sus razones y contar con un abogado, ni de ser juzgado por un Tribunal imparcial, que escuchara sus alegaciones, como había sucedido en París, cuando un Juzgado lo declara libre y absuelto. Todo lo expuesto, se resume a actos de injusticia, donde los valores de respeto, libertad y normas reinantes en la sociedad, fueron violadas ante el Precursor de la Emancipación Americana y Maestro de Libertadores.

B) Los actos realizados por los patriotas y sus consecuencias, que afectaron a MIRANDA, desde su detención en La Guaira, hasta su muerte el 14 de julio de 1816, en la Carraca de Cadiz, se pueden considerar inmorales, carentes de valores éticos; actividades irregulares, que en general, desmeritaron las obras de los participantes a una decisión errada, a favor del imperio colonialsta de España.

C) La pérdida de Puerto Cabello y sus instalaciones, fue el hecho indiscutible que selló la muerte de la Primera República, al considerarse el Castillo de San Felipe, como la mayor instalación militar de Venezuela; potencial arsenal de armamento y municiones; principal e importante Puerto, y su indiscutible posición estratégica, cercana a las ciudades bastiones de la independencia, como Caracas, Valencia y Barquisimeto.....

D) El Libertador, ante esta temática, resultó ser un hombre de honor, al reconocer sus fallas en la perdida del Castillo de San Felipe, cuando en sus cartas expresara......... (Cartas a las que ya hemos hecho mención).

<ERA, LA NO EXIGIBILIDAD DE OTRA CONDUCTA.......>   


                                 UN EPITAFIO PARA BOLÍVAR

A partir de aquella <Triste Madrugada> del 31 de julio de 1812, en la cual se cambió el destino de la República, la Memoria Histórica del Libertador, se dispone a crear varios <BOLÍVAR>

BOLÍVAR, el genio despiadado y cruel; BOLÍVAR el vengativo; BOLÍVAR, el pragmático subalterno, que no supo esperar su turno, para asumir el rol protagónico que siempre soñó, como en aquel arrebato de prepotencia y de soberbia, del Juramento en el Monte Sacro, en 1805.

El BOLÍVAR que se equipara a Jesucristo y al Quijote, para hacer alarde de una falsa humildad frente a sus adversidades.

El BOLÍVAR, que ordena la matanza inmisericorde, de aquellos inermes españoles, enfermos y recluidos en el Hospital de La Guaira, en 1814.

El BOLÍVAR, que asume los delirios de grandeza, sobre la cima imaginaria del <Chimporazo>.

El BOLÍVAR, que arremete con soberbia en la Convención de Ocaña; para luego declararse Dictador de Colombia.

El BOLÍVAR, de la <Constitución de Bolivia> contra la <Constitución de Cúcuta de 1821>.

El BOLÍVAR que desprecia con desdén, a SANTANDER, a quien ironiza con el calificativo de <El Hombre de Las Leyes>, porque no le otorga los recursos para la Campaña del Sur.

El BOLÍVAR, que ordena el fusilamiento de PIAR, escoge entre sus enemigos, a los verdugos que lo habrán de juzgar, y les dicta la sentencia de muerte que habrán de pronunciar, como escarmiento, para que nadie más, ose discutir su liderazgo en el ejercito patriota.

Hay un BOLÍVAR, para cada gusto, para cada predilección; e incluso hay un BOLÍVAR, que se puede "diseñar" al gusto del cliente que lo quiera adquirir.

¿Con cual BOLÍVAR, queremos quedarnos, se preguntará finalmente la Posteridad; con un BOLÍVAR maquillado de noble, de intrépido y de generoso?.

Para aquellos, que hemos mantenido al Libertador, sin satanizarlo, en un pedestal de honor, de gloria y de grandeza, preferimos quedarnos con aquel BOLÍVAR taciturno, que marchaba terriblemente postergado por las adversidades, hacia la morada fatal de Santa Marta, que GARCÍA MARQUEZ, describe como aquel que <Trataba de reconstituir el esplendor de antaño, con las cenizas de sus nostalgias>, y que nosotros agregaríamos, y con sus miserias......"

MARIANO PICÓN SALAS, describió aquellos dramáticos sucesos, con una clara y meridiana objetividad, desvestido de sentimientos patrioteros e inútiles:

<La FELONÍA de BOLÍVAR, al entregar a MIRANDA, a MONTEVERDE, tiene que interpretarse como el inevitable resultado de un subordinado resentido, contra su jefe. MIRANDA casi siempre se encuentra en el bando de los perdedores, víctima del pragmatismo y las maquinaciones de los políticos inescrupulosos y realistas>

!! Cuan difícil, es enaltecer la egregia figura del Libertador, cuando se contrasta con el BOLÍVAR CIVIL, con el HOMBRE BOLÍVAR¡¡, pero como decía Ortega y Gasset, <El hombre, es el hombre y sus circunstancias>
Un merideño <Excepcional>, que se llamó Monseñor HUMBERTO, CARDENAL QUINTERO, Primado de Venezuela, para referirse a la vida disipada del gran Poeta y Sacerdote larense, CARLOS BORGES, sobre el cual sentía una especial admiración, tuvo en suerte, ofrecer la Oración Fúnebre, en el acto de sus exequias, y allí exclamó: <Que pudiera deciros sobre este gran poeta y orador sacro, quizás el más grande y elocuente que ha dado Venezuela, además de la parte grandilocuente que ya os he mencionado...pero al lamentar en silencio, el desvarió de espíritu tan selecto, como la triste consecuencia de nuestra naturaleza pecadora, no echemos al olvido, que hasta el SOL tiene manchas....>
y seguidamente le aplicaba, la estrofa triunfal de un hermano suyo en la Poesía; que serviría de epitafio para la memoria histórica del Libertador:

<Ese Muerto es un SOL, rayó en su hora;
  de la gloria, de la pena y del fracaso;
  pero lo mismo que el SOL tuvo su aurora,
  y lo mismo que el SOl tuvo su ocaso> 

Pero en un interminable gerundio, BOLÍVAR seguiría traicionando a MIRANDA, a través de casi toda su etapa de actuación republicana; solo que esta vez, lo haría vulnerando los principios y valores republicanos, que MIRANDA le había legado. Seguirá inculpando a MIRANDA, de <Inaudita Traición>, en el "Manifiesto de Cartagena, a finales de aquel año de 1812, señalando al Congreso de la Nueva Granada, entre las causas de la caída de la Primera República, la adopción de un sistema federal de gobierno, y abogando por un gobierno centralista, contrariamente opuesto al Ideario Mirandino; solo con la intención de desviar la dirección política e ideológica, de un sistema de gobierno, que caprichosamente este concebía, como nueva forma republicana, sin un análisis profundo de la realidad institucional de Venezuela. Es obvio, que el tiempo transcurrido desde el 5 de julio de 1811, no podia haber permitido, probar o demostrar, la supuesta efectividad, eficacia y conductibilidad de un sistema de gobierno; simplemente porque aquel "Inicio Institucional", no era ciertamente una <República>, sino un breve "Ensayo", fundado sobre una débil base estructural y programática, para darle la forma republicana. Solo un eufemismo de BOLÍVAR, para esconder frente a los legisladores, la verdadera razón de la caída de aquella "República"; que no fue otra, que haber perdido la estratégica Plaza de Puerto Cabello. El <Manifiesto de Cartagena>, no es otra cosa, que un <Documento Larvado>, donde se pretende sustituir, el alevoso Golpe de Estado, que se le dió a MIRANDA, por un "sesudo análisis" de las causas que dieron al traste con aquel ensayo institucional.

Principios, como <La Declaración Universal de los Derechos del Hombre; La alternabilidad en el ejercicio del gobierno; la Erradicación de la Monarquía, y el Sistema Federal de Gobierno, que conformaron el extraordinario bagaje cultural y político, que MIRANDA trajo como paradigmas para la Emancipación Americana, fueron alevosamente vulnerados y desconocidos por BOLÍVAR, con <El Decreto de Guerra a Muerte; La Dictadura; La Presidencia Vitalicia y heredable>, como rezagos del absolutismo y la monarquía.

Como sabiamente lo afirma, el jurista e historiador peruano, VICTOR ANDRÉS BELAUNDE, cuando analiza la Constitución de Bolivia, de 1826, "BOLÍVAR quiso realizar el milagro de reunir las cualidades de todos los sistemas, pero en realidad lo que hizo, fue reunir todos los defectos: el absolutismo del régimen vitalicio; la agitación demagógica de las asambleas populares y los inconvenientes del centralismo y la federación".  BOLÍVAR seguirá siendo, hasta 1830, terriblemente errático, contradictorio y sensiblemente vulnerador de aquellos principios y valores, que han hecho grandes a las instituciones de los países que han sido consecuentes con sus valores ancestrales.

                               El Cenotafio de Miranda

<VENEZUELA, llora por el dolor de no haber podido hallar los restos del gran Generalísimo MIRANDA, que han quedado perdidos en la HUESA COMÚN de la prisión en que expiró, este gran MÁRTIR DE LA LIBERTAD AMERICANA. La República las guardaría con todo el honor que les es debido, en este sitio, que ha sido destinado por Decreto del 22 de enero de 1895> JOAQUÍN CRESPO, Presidente de la República de Venezuela.-

"Opera secundum Illos" (sus obras le siguen).
             Laos Deo  -   At Salam Aleikum ¡¡¡¡